En esta entrada volvemos a hablar de un aminoácido, pero esta vez de un aminoácido no esencial: la alanina. Es decir, es un aminoácido que nuestro cuerpo necesita para su buen funcionamiento, pero que no hace falta que lo incluyamos en nuestra dieta, ya que podemos obtenerlo de otros nutrientes. Aunque en estos casos me gusta añadir que si lo introducimos en nuestra dieta, mejor, porque así nos aseguramos tener las cantidades necesarias.
Alanina: qué es
Como hemos comentado, es un aminoácido no esencial. En nuestro cuerpo podemos encontrar 20 aminoácidos, de los cuales, 11 son no esenciales. Y la alanina es uno de ellos, siendo el de menor tamaño.
Los aminoácidos, a nivel general, incluido la alanina, intervienen en la síntesis de proteínas y participan en el metabolismo de la glucosa para la producción de energía.
Función de la alanina
Este aminoácido se utiliza como fuente de energía, especialmente para los músculos, el cerebro y el sistema nervioso. Y ayuda a metabolizar los ácidos orgánicos y el azúcar. Además, ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre.
Igualmente, este aminoácido participa en el metabolismo del triptófano y de la vitamina B6. Pero no sólo tiene estas funciones, además estimula los niveles de anticuerpos, además de mantener la próstata en buen estado.
Si los niveles de alanina son más bajos de lo que debería, se puede sufrir ciertos trastornos, como puede ser problemas prostáticos, pedisposición a las infecciones, debilidad muscular o falta de concentración.
Alimentos con alanina
Los alimentos en los que se puede encontrar el aminoácido alanina son la carne de vacuno, pollo, pescado, huevos y lácteos, aunque también se puede encontrar en las judías, lentejas, soja, guisantes, cacahuetes y habas.
Además, se pueden encontrar complementos alimenticios a base de alanina, entre los que recomendamos:
Podéis preguntarnos cualquier duda que tengáis. ¡Un saludo!
Comentarios
Publicar un comentario