Omega 6
Qué son
Los ácidos grasos Omega 6 son un tipo de ácido graso insaturado
esencial. Son ácidos grasos insaturados por tener enlaces dobles en sus
cadenas, teniendo la peculiaridad de tener el primer enlace doble en el carbono
de la posición 6, contando los carbonos desde el final de la cadena del ácido
graso. En comparación, los Omega 3 tienen su primer doble enlace en el carbono
3, y los Omega 9, en el noveno carbono. Las funciones metabólicas que
aprovechan a los ácidos grasos, las prefieren de cadena larga, de modo que los Omega
6, de 18 carbonos y un enlace simple, son elongados a cadenas de 20 carbonos y
cuatro enlaces doble (ácido araquidónico, precursor de los eicosanoides) y cadenas de 22 carbonos y seis enlaces dobles (ácido docosahexaenoico).
Omega 6 y sus funciones
Los Omega 6 más importantes son:
ácido linoleico, gamma-linoleico y araquidónico. Los ácidos linoleico y gamma-linoleico son de origen
vegetal. A partir de éstos se forman las prostaglandinas “buenas” (serie 1) con
capacidad antiinflamatoria. Consiguen fluidificar la sangre reduciendo el
riesgo de trombos, mejorando la circulación y disminuyendo el riesgo cardiovascular
y la hipertensión.
En cambio, el ácido araquidónico es
de origen animal. Los Omega 6 de origen animal son precursores de las prostaglandinas
de la serie 2, que tienen un efecto contrario a las anteriores, pues aumentan
los procesos inflamatorios y favorecen la coagulación sanguínea. Estos ácidos
grasos no son perjudiciales en sí mismos, pues cumplen funciones necesarias en
el organismo.
A igual que los Omega 3, los Omega 6
no son sintetizados por nuestro organismo, por lo que se deben aportar en la
dieta, siendo el ácido linoleico es
el ácido graso progenitor de los
Omega 6. Una vez ingerido el ácido linoleico se convierte a GLA en el cuerpo y
éste a su vez se escinde en ácido araquidónico (AA) y ácido
dihomogammalinolénico (DGLA). El GLA, al convertirse en DGLA compite con el AA
y previene así el efecto inflamatorio de este.
El organismo necesita los Omega 6
para trabajar correctamente, ya que interviene en la formación de membranas
celulares, formación de hormonas, correcto funcionamiento del sistema
inmunológico, correcta formación de la retina o funcionamiento de las neuronas
y las transmisiones químicas. Las funciones más importantes son las siguientes:
- Enfermedades cardiovasculares: los ácidos grasos omega 6 pueden ayudar a combatir el colesterol y los triglicéridos. Esto nos ayudaría a una circulación sanguínea más fluida y a prevenir distintas enfermedades cardiovasculares.
- Caída del cabello: son muy eficaces cuando los aportes de hierro, zinc y otros nutrientes no dan resultado.
- Enfermedades inflamatorias: de ayuda en caso de enfermedades como la artritis reumatoide ya que reducen los niveles de prostaglandinas que son las responsables de muchos procesos inflamatorios.
- Diabetes: los ácidos grasos Omega 6 ayudan a tener unos niveles de insulina más estables a la vez que pueden compensar, un poco, los daños que esta enfermedad provoca (pérdida de visión, problemas de piel, daños en el sistema nervioso, etc.).
- Problemas de piel: los ácidos grasos Omega 6 son muy eficaces en el tratamiento de problemas de piel como el eccema atópico, la dermatitis y en general casi todos los problemas de piel que cursan con sequedad extrema. Se utilizan tanto a nivel interno como a nivel externo.
- Desequilibrios hormonales de la mujer: una de las indicaciones más estudiadas y comprobadas es su utilización para aliviar el Síndrome Premenstrual. Alivia todos los síntomas o molestias asociados a la ovulación y menstruación (hinchazón, nauseas, problemas de piel, dolor de ovarios, dolor en los pechos, depresión, irritabilidad, nerviosismo, ansiedad, dolores de cabeza, migrañas, quistes en los ovarios, bultos en las mamas, etc.), siempre que sean síntomas sólo asociados a ese cambio hormonal y que tiendan a desaparecer para volver con la próxima menstruación u ovulación.
Relación entre omega 3 y omega 6
La relación óptima entre la cantidad
de Omega 6 y de Omega-3 en la dieta es de 4:1 (4 partes de Omega-6 por cada
parte de Omega 3). Pero las dietas occidentales están desequilibradas y llegan
a ser de más de 10:1. Estudios recientes han encontrado que niveles excesivos
de omega-6, comparado con omega-3, incrementan el riesgo de contraer diferentes
enfermedades y depresión.
Finalmente, se debe destacar que las
fuentes dietéticas de los Omega 6 incluyen: nueces, cereales, pan integral,
aceites vegetales (especialmente de prímula y de borraja), huevos y aves de
corral, soja y aguacate.
Dentro de los complementos alimenticios de omega 6 que se pueden encontrar en el mercado, recomendamos los siguientes:
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